No era un fin de
semana especial, puesto que mientras todos fueran distintos, tal como
era, todos serían especiales. Sin embargo esa mañana, momento en el que
los alguien vuelven a tener todo el control sobre ellos mismos, sonaba
Carmina Burana de Carl Orff, me transmitía una sensación de poder. Esa
mañana: “Gondor pide ayuda” “Y Rohan responde”, era el fin de la
ignorancia y la muerte de los muertos, dejando vivos.