Continuación comentario "Cuentos de ajedrez"

              Tuve la oportunidad de continuar leyendo en libro Cuentos del ajedrez y me gustó mucho la tercera historia, que trata sobre un naufrago abandonó a unos hábitos primitivos apenas de subsistencia en los que estaba, a causa de que nadie fuera a rescatarlo después del naufragio; gracias a la llegada de una botella donde ponía, en una nota dentro“E5”, él interpretó que se trataba de ajedrez y al recordar el juego se va recuperando mientras continua la partida.

             El final me parece inesperado y me da pena que se vuelva a desesperar sólo porque el juego resultara tratarse del juego de “hundir la flota”. Creo que debería haber continuado la partida de hundir la flota y al final, en cualquier caso, proponerle al otro jugador jugar al ajedrez.  

Comentario de "Cuentos de ajedrez"

          Estaba leyendo el libro Cuentos de ajedrez, compuesto por historias en las que aparece el ajedrez y después de  ellas un análisis y explicación de las jugadas de ajedrez utilizadas durante las historias.

          Los análisis de las jugadas es algo de lo que me parecía más interesante, pero no fui capaz de entender el sistema de números y letras que utilizan para explicarlas.

          

          En cuanto los cuentos, aunque sólo pude leer dos completos no me parece que dejen en muy buen lugar a los jugadores de ajedrez teniendo en cuenta que los protagonistas de ambas historias asesinan a alguien, además el motivo por el que matan es una tontería a mi parecer; uno obliga a matar a su esposa a la persona con quien ella se acostaba en secreto y el otro mata a con quien jugaba al ajedrez por bajar su nivel al estar centrado en escribir sus novelas.

      El libro, realmente, es diferente a como lo esperaba, yo pensé que serían únicamente comentarios y estrategias del ajedrez, aunque creo que los cuentos que añadieron son interesantes.   

Introducción

                  No era un fin de semana especial, puesto que mientras todos fueran distintos, tal como era, todos serían especiales. Sin embargo esa mañana, momento en el que los alguien vuelven a tener todo el control sobre ellos mismos, sonaba Carmina Burana de Carl Orff, me transmitía una sensación de poder. Esa mañana: “Gondor pide ayuda” “Y Rohan responde”, era el fin de la ignorancia y la muerte de los muertos, dejando vivos.

Antiguos recuerdos

        Estaba en la sala de la casa de mis abuelos maternos, que estaba debajo de lo que era antes nuestra casa, porque ambas formaban parte del original y extraño edificio que hizo mi abuelo; el trabajo de veinte hombres hecho por uno sólo. La belleza y altitud de ese edificio recordaban a las rocas y sobre todo a la pared de roca, cuyos colores oscilaban entre el rojo, el naranja y quizá algún marrón, de aquella extraña playa.

        Yo estaba sentado en las rodillas de mi abuela que estaba sentada en su sillón en aquella sala blanca resguardada del viento y donde no se oían las olas. Comía cacho de buey, y aunque al principio me había resistido a probarlo, luego resultó estar bueno. Pero el buey no tenía su color natural, sino que mostraba un color producido por su cocción, un color que podría ser similar al color de la gran pared de roca de la playa, en cuya piedra había un agujero erosionado por el mar del tamaño de un humano, como si fuera una puerta, en la que quizá hubiera podido estar aquel crustáceo que ahora yo me estaría comiendo, alguna vez.

        Y cerca de aquella pared en la playa, pero no en aquella blanca sala se hizo una vez una foto.        

Jabalí

  Que tengas felicidad como martirio,

aunque sea martirio lo peor que tengas.

Que halles soluciones a cuantos problemas

vengan, sean sencillos o complicados como un lirio.

  Que no te juzguen con egoísmo.

Que te vean tal como realmente seas.

Que no te quiten lo que tengas.

Que no seas tergiversado como a un mito.

                       

                          Pido para ti fideos con pollo bien hechos,

                        pido que se acuerden de ti los helechos

                        y un ajo que da sabor a la zorza.

                          Jabalí, glorioso paseo, fuente de conocimientos.

                        Jabalí, transito de aprendizaje, buen compañero.

                        Que no te quiten lo que eres, sino estarás muerto.

                 
           Soneto hecho a partir de Deseos para Elena de Benjamín Prado.